4 de agosto de 2013

¿Queremos la inmortalidad?

La muerte es un fenomeno que siempre queremos dejar para el final, pero reflexionando sobre este proceso nos preguntamos cuanto tiempo esperamos vivir, si nos gustaría que fuera para siempre, o tal vez no. El escritor argentino Jorge Luis Borges plantea en su cuento El Inmortal una visión sorprendente. ¿Qué pasaría si un hombre al fin pudiese conseguir la vida eterna?

El infinito es muy grande, tanto así, que si pensamos en la distancia más grande que podríamos recorrer, o en el tiempo más largo que hayamos vivido, o que podamos pensar, queda insignificante minúsculo con respecto al gran infinito. El infinito por otro lado es invención humana, una idea como las que Plantón concebía en sus famosos moldes.

Como particularidad interesante de la vida infinita, cabe preguntarse si dos Dioses, o dos seres infinitos se despedirían al terminar un encuentro, porque como mortales que somos, al despedirnos de alguien, no podemos estar totalmente seguros que podremos volverlo a ver. Pero con Dioses es diferente, en la infinitud de su existencia en algún momento se van a ver, es más, se van a ver infinitas veces. ¿Algo aburrido y monotono no?

Es por esto que decían los griegos que los dioses envidiaban la vida mortal, porque para ellos no hay momentos "únicos" todos los momentos se repiten como un reloj que da vueltas eternamente, porque en la infinitud de posibilidades en un tiempo ilimitado, es seguro que todo va a pasar, no es posible que aprecien nada.

Por otro lado, Sócrates, en su apología, al saberse condenado a muerte por sus ideales filosóficos revolucionarios, decide indagar en la última parte de su discurso sobre la muerte, piensa que existen dos posibilidades, o nos convertiremos en nada, y por tanto nuestra vida no habrá significado nada sin importar lo que hayamos hecho, en cuyo caso es indiferente la vida que se haya tenido.

O considera la posibilidad de que el alma o el ser, viaje a otro sitio, y el al tener Sócrates un sentido ético de la vida, y nunca haber actuado en contra de su propia moral, considera que de ir a un sitio, será a donde los hombres que han seguido su moral iran, por lo tanto, nada lo haría mas feliz que estar con los suyos, por lo tanto para él la muerte no es un castigo, sino un regalo que le dan por adelantado.

Una de las frases finales de apología de Sócrates es la pregunta. ¿Quién está ganando más?
y me pregunto ¿Morir por nuestros ideales, o vivir invisible en el sistema?
La muerte liberadora



2 comentarios:

  1. Considero que es un tema demasiado extenso para resumirlo tan malamente; no en el hecho de tu gramática ni nada que se le parezca sino en la amplitud de los conceptos de otros autores. Haces cita de tres autores, Borgues, Plantón y Socrates. Ejemplo, en los moldes de Plantón yo quede fly? Te has preguntado cuantos de tus lectores saben de las hazañas de él? A eso me refiero con el mal resumen. Del resto muy buena, me gusto mas la parte de morir por nuestros ideales o vivir invisible en el sistema, si lo usas como principio te preguntaría vivirlas eternamente o morirían por algo que quieres o en algo en que crees?. Excelente!

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  2. Si en realidad es un tema con mucho material, me han sugerido reunirnos para hablar de uno de los temas que se plantean, y sacar mas artículos, y expandir el gran potencial que existe. saludos

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